No les tengáis miedo, porque no hay nada tan
oculto que no se llegue a descubrir, y nada tan se-
creto que no se llegue a saber. Lo que os digo en
la oscuridad decidlo as plena luz, y lo que oís al oído
proclamadlo desde la azotea. No tengáis miedo de
los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el
alma; temed más bien al que puede perder el alma
y el cuerpo en el fuego 
Alzad los ojos i ved los campos ya dorados pa la siega